Hasta los 5 ó 6 meses no podrá controlar bien los esfínteres. Para que haga sus necesidades donde se desee, debe impregnar un periódico en su pipí y colocar ese papel o impregnar con ese olor el lugar donde se desea que orine. Se puede probar a colocarle una bandeja con arena (que no sea alta para facilitarle el acceso a la misma, recordemos que no se va a esforzar igual que un gato) y restregar el periódico allí para que le huela a su pipí. Cuando lo pillemos haciendo pipí en un lugar no deseado, podemos decirle “NO” de manera seca pero no muy alta, y cogerlo en brazos y llevarlo a donde queremos que orine, para que termine allí (además, esto también sustituye al uso del periódico para recoger el pipí). NUNCA PEGARLE POR HABER ORINADO O DEFECADO DONDE NO QUEREMOS QUE LO HAGA, ya que para cada perro puede resultar más o menos difícil llegar a controlar sus esfínteres. Asimismo, este método no tiene garantía de efectividad, y todo lo que podemos hacer entonces es seguir insistiendo, pero nunca presionando al animal.
GENERALMENTE CUAND EMPIEZAN A SALIR A LA CALLE CON ASIDUIDAD Y CON HORARIOS REGULADOS, SUELEN EMPEZAR A CONTROLARSE PARA ESPERAR A LA SALIDA.
Recordar que los 3 momentos más propicios para que orine o defeque es unas horas después de haber comido, media hora aproximadamente tras haber bebido, y al ratito de despertarse. Los perros no suelen orinar donde duermen, algunos incluso necesitan apartarse bastante del lugar donde duermen o suelen habitar para realizar sus necesidades.
A partir de que el perro pueda salir a la calle (cuando ya tenga todas las vacunas) hay que sacarlo por las mañanas, al mediodía, a la tarde/noche y esperar una media hora tras su comida. De esta manera, y durante un tiempo, seguirá haciendo sus necesidades en casa y en la calle, pero llegará un momento en el que sólo lo haga en la calle porque considerará la casa su entorno para dormir, y no querrá hacerlo allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario