viernes, 10 de octubre de 2014

Educación de nuestro Bulldog.

LAS ÓRDENES BÁSICAS

Para adiestrar a nuestro perro necesitaremos una correa, un collar y por supuesto los premios (golosinas para perros fáciles de tragar)
No usarás siempre las golosinas para que el perro obedezca tus órdenes, sólo cuando quieras enseñarle nuevas órdenes o conductas, en el momento en el que él sepa que es exactamente lo que quieres con tu orden dejará de ser necesario el refuerzo con la golosina. Puedes comenzar a pedirle que lleve a cabo una orden dos veces antes de darle una recompensa


SENTARSE (SIT)
Ponle la correa a tu perro y sujétala con la mano izquierda, y con la derecha coges una golosina, deja que la huela y que la lama pero no se la des. Entonces le dices la orden con la que quieres que se siente “sit” “siéntate”  o una similar y corta y eleva la mano lentamente con la recompensa desde delante de la trufa del perro hasta acabar sobre su cabeza, a medida que alce su cabeza tendrá que doblar las rodillas y quedará sentado, dale en este momento a recompensa y refuérzalo con tu voz en actitud positiva y alegre diciéndole ¡buen perro! O ¡muy bien!

QUEDARSE QUIETO (STAY)
Pon a tu perro sentado a tu lado izquierdo y sujeta la correa con tu mano izquierda, en tu mano derecha la golosina y coloca esta mano delante de la trufa del perro. Dile “quieto” y da un paso hacia delante con tu pie derecho para quedar directamente enfrente de él, con los dedos de sus pies tocando con los tuyos, al mismo tiempo que huele y lame la golosina. Asegurate de que su cabeza mire hacia arriba para mantener la posición de sentado. Cuenta hasta cinco y entonces muévete para quedarte de nuevo al lado del perro, con él a tu izquierda. En cuanto vuelvas a la posición inicial prémiale con la golosina.

TUMBARSE (DOWN)
Los perros perciben la posición de tumbarse como un acto de sumisión, por este motivo enseñar este ejercicio usando un método que fuerce al perro puede hacer, a veces, que éste desarrolle tal miedo que, o se escape cuando diga la orden “échate” o intente morder a la persona que lo fuerce a hacerlo.
Pon el perro sentado al lado de tu pierna izquierda, mirando a la misma dirección que tú. Coge la correa con tu mano izquierda y te una golosina en la mano derecha. Ahora coloca suavemente tu mano izquierda sobre la cruz del perro (donde los hombros se encuentran por encima de la columna vertebral) no empujes hacia abajo, apoya tu mano izquierda ahí para poder guiar al perro para que se eche al lado de tu pierna izquierda y que no ruede y se acueste sobre un costado.
Ahora coloca la mano donde llevas la golosina delante de su trufa y dile “échate” y baja lentamente tu mano con la golosina hasta los pies delanteros del perro.  Cuando tu mano con la golosina toque el suelo empieza a moverla hacia delante, en frente del perro. En este momento hablale con un tono suave animándolo a hacerlo. Cuando los codos del perro toquen al suelo, dale la golosina y alábale suavemente. Intenta que el perro mantenga esta posición durante varios segundos.

Síndrome Braquiocefálico en el Bulldog Francés

Afecta a razas braquiocefálicas, como el Bulldog Ingles, Bulldog Francés, Boxer, Boston Terrier, Pug, Pekinés y el Shih Tzu) y otros perros y gatos de nariz chata, incluyendo perros como el Cocker Spaniel y el Shar-Pei y gatos como el Persa y del Himalaya. Los cambios anatómicos en los cráneos de estos animales distorsionan la nasofaringe. Los tres mayores componentes del síndrome incluyen narices estenóticas, prolongación del paladar blando y eversión de los sáculos laríngeos. La hipoplasia de la laringe y de la tráquea están a veces presentes de forma conjunta.
La peculiar anatomía del perro braquiocefálico, con cara chata y pliegues, impide el flujo normal de aire a través de su hocico y laringe. Los huesos de la cara de estas razas están muy comprimidos. La estructura ósea del hocico también se acorta y se estrecha. Por estos motivos el aire cuenta con menos espacio para acceder a los pulmones del perro. 
Su tráquea es más estrecha de lo habitual y también empeora su respiración. Todos estos rasgos pueden provocar en el animal dificultades respiratorias. También lo hacen más vulnerable a determinados imprevistos, como el golpe de calor. Dificulta su vida cotidiana ya que se fatigan mucho más rápido que otras razas.

SÍNTOMAS
Los síntomas son:
- Dificultad respiratoria
- Respiración ruidosa
- Reducción de la tolerancia al ejercicio o al estrés y ronquidos. 
- Reflujo
- Tos
- Estornudos
- Cianosis (se ponen de color azul)
- Colapso
- Inquietud

¿CUÁLES SON LAS ANOMALIAS QUE PRESENTAN?
- Estenosis de narinas: es un severo estrechamiento de los orificios nasales.
- Paladar blando elongado: el paladar blando se extiende hacia la parte posterior de la garganta y pueden bloquear parcialmente las vías respiratorias.
- Eversión de los sáculos laríngeos: los sáculos laríngeos son 2 pequeños sacos ubicados hacia fuera de la laringe (caja de voz). Con el aumento del esfuerzo respiratorio, debido a las narinas estenóticas y al paladar blando alargado, estos sáculos que normalmente cuelgan hacia fuera, son arrastrados hacia las vías respiratorias lo que restringe aún más el flujo de aire. Esto se denomina colapso laríngeo.
- Reducción del diámetro de la tráquea: la tráquea (tubo de viento) tiene un diámetro reducido en relación a otras razas. Una o más de estas anomalías hace difícil respirar debido al aumento de la resistencia en las vías respiratorias y el mayor esfuerzo que necesita para inhala.
Si tenemos varios síntomas de los mencionados anteriormente lo más aconsejable es acudir al veterinario y que sea el quién evalué y diagnostique, y cuál es el procedimiento que hay que seguir, en muchas ocasiones la intervención quirúrgica.

Dermatitis Atópica en el Bulldog Francés

La dermatitis atópica, es una alergia que afecta en la piel y el pelo de nuestro bulldog francés causando muchos picores, heridas, malos olores y enrojecimiento de la zona afectada. Normalmente aparece en sitios donde la piel es más fina como orejas, cara, entre los dedos, ingles etc.
Esta enfermedad se produce cuando el sistema inmunológico de nuestros perros reacciona de forma exagerada ante un alergeno. El problema de esta dolencia es que es muy difícil determinar la sustancia que provoca la dermatitis, puesto que puede ser alimenticia o ambiental, como los ácaros, el polen, los mohos, etc.


La edad más frecuente de aparición varía entre los seis meses y los siete años. Si aparece antes del primer año de vida, lo más frecuente es que se deba a una alergia alimenticia. Esta enfermedad está bastante extendida y también afecta a los gatos.
La mayoría de veces se produce la dermatitis atópica por estas dos razones:
Genética: Cuando los padres del cachorro son atópicos, los hijos tienen muchísimas posibilidades de serlo también. Por eso es tan importante conocer a los padres cuando estamos interesados en adquirir un cachorro.
Racial: muchas razas que tiene pre disposición a sufrir dermatitis atópica, entre ellas el bulldog francés, bulldog inglés, bull terrier.
El diagnóstico más común es realizar test alergológicos para detectar de dónde proceden los agentes alérgicos. Gracias a esta prueba nuestro veterinario sabrá cuál es el causante del problema. Una vez detectada la sustancia podemos hablar de tres tipos de tratamientos.
El primero de ellos, trata de retirar el alérgeno del entorno del perro. Si no podemos evitar el contacto de nuestro animal con dicha sustancia lo mejor es recurrir a las vacunas, que ayudan a que nuestro animal se vuelva tolerante a ese componente. Este tratamiento suele funcionar con alérgenos ambientales como el polen o los ácaros.
Por último, nos quedaría la terapia farmacológica. Sólo recurriremos a esta alternativa si nos ha sido imposible encontrar la fuente de los brotes alérgicos. Los medicamentos más empleados son los antihistamínicos, antinflamatorios, los ácidos grasos esenciales y los glucorticoides. Con éstos últimos debemos ser muy cuidadosos porque tienen numerosos efectos secundarios adversos.